El 29 de junio de 2010, el Tribunal de apelación de Palermo condenó a siete años al todavía senador Marcello dell’Utri, mano derecha de Silvio Berlusconi, por “participación externa en asociación mafiosa”. El juez consideró probado que Dell’Utri era el enlace entre Totò Riina, Bernardo Provenzano y su jefe, a la sazón presidente del Milan, Silvio Berlusconi.
Tres semanas antes, Gaetano d’Agostino, hábil centrocampista ofensivo del Udinese, firmaba su nuevo contrato de tres años con la Fiorentina.
¿La relación entre ambos hechos? Rebobinemos 16 años en el metraje de la enfangada política italiana y empleemos sólo declaraciones bajo juramento del proceso a Dell’Utri.
En 1992, según comprobó la polícía en la agenda de Dell’Utri, éste habría recibido un aviso de un comerciante de nombre Carmelo Barone, del barrio palermitano de Brancaccio, sobre la necesidad de probar en el Milan a Gaetano D’Agostino, de entonces 10 años, como pago de unos favores.
Tres semanas antes, Gaetano d’Agostino, hábil centrocampista ofensivo del Udinese, firmaba su nuevo contrato de tres años con la Fiorentina.
¿La relación entre ambos hechos? Rebobinemos 16 años en el metraje de la enfangada política italiana y empleemos sólo declaraciones bajo juramento del proceso a Dell’Utri.
En 1992, según comprobó la polícía en la agenda de Dell’Utri, éste habría recibido un aviso de un comerciante de nombre Carmelo Barone, del barrio palermitano de Brancaccio, sobre la necesidad de probar en el Milan a Gaetano D’Agostino, de entonces 10 años, como pago de unos favores.
En diciembre de 2003, Giuseppe d’Agostino, padre de Gaetano, habla con los hermanos Graviano, dos “boss” mafiosos prófugos de la Justicia que escondía en su casa. Es decir, ante los ojos de su hijo. Como moneda de cambio sólo pide una prueba para su hijo en el Milan, según explicó en el aula judicial el fiscal general.
En el 1994, los Graviano activan la maquinaria y hablan con su enlace Dell’Utri. Berlusconi es el puente de la política, pero también del fútbol. Bajo testimonio, Francesco Zagatti, uno de los responsables de la cantera rossonera, reconoció que el senador fue quien les dijo que había que ver a ese chaval siciliano que marcaba goles como uvas en las categorías inferiores del Palermo.
En enero, el crío D’Agostino se enfunda las botas en Milanello y, amenazas mafiosas aparte, encandila a los preparadores del club lombardo. Ese mismo día, la policía detiene en Milán, donde habían acompañado al pequeño, a su padre Giuseppe y a los dos hermanos Graviano. Lo que ahuyenta a los dirigentes milanistas que deciden correr un tupido velo y no fichar a D’Agostino, quizás para no relacionar de forma más directa a Dell’Utri con los arrestados.
En el 1994, los Graviano activan la maquinaria y hablan con su enlace Dell’Utri. Berlusconi es el puente de la política, pero también del fútbol. Bajo testimonio, Francesco Zagatti, uno de los responsables de la cantera rossonera, reconoció que el senador fue quien les dijo que había que ver a ese chaval siciliano que marcaba goles como uvas en las categorías inferiores del Palermo.
En enero, el crío D’Agostino se enfunda las botas en Milanello y, amenazas mafiosas aparte, encandila a los preparadores del club lombardo. Ese mismo día, la policía detiene en Milán, donde habían acompañado al pequeño, a su padre Giuseppe y a los dos hermanos Graviano. Lo que ahuyenta a los dirigentes milanistas que deciden correr un tupido velo y no fichar a D’Agostino, quizás para no relacionar de forma más directa a Dell’Utri con los arrestados.
Destino final: Fiorentina
D’Agostino pasó por la Roma, triunfó en el septentrional Udinese, lejos de las tierras de Cosa Nostra, y fue hasta internacional. Ironías del destino, el Milan estuvo a punto de ficharlo el pasado verano por unos cuantos millones de euros, aunque al final se lo llevó la Fiorentina.
La cuestión ya saltó a los medios hace un año, aunque quizá no con tanto detalle. La novedad es que se acaban de conocer los detalles de la sentencia. En su argumentación, el juez culpa a Dell’Utri de complicidad con la mafia, pero lo absuelve de los delitos más graves (un pacto electoral entre Berlusconi y los jefes mafiosos y la complcidad en los atentados del 92 contra Falcone y Borsellino) pero también de haber intentado enchufar a Gaetano D’Agostino. A pesar de la confirmación de los responsables de la cantera, de la agenda de Dell’Utri y del resto de pruebas.
Silvio Berlusconi ha sido objeto de investigación en 21 procesos judiciales. Tres veces se salvó por prescripción del delito. Dos por amnistías gubernamentales. Siete veces fue absuelto. Siete procesos más fueron archivados. Quedan tres en curso, uno de los cuales (el caso Mills, el más grave) ha intentado anular con dos leyes ad personam en la presente legislatura. Nunca ha sido condenado por una sentencia firme.
Lógicamente, no hay duda de que a Gaetano d’Agostino la mafia nunca intentó ‘enchufarlo’ en el Milan a través de Dell’Utri. Lo dice la Justicia. No seais malpensados.
Lógicamente, no hay duda de que a Gaetano d’Agostino la mafia nunca intentó ‘enchufarlo’ en el Milan a través de Dell’Utri. Lo dice la Justicia. No seais malpensados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario